viernes, 9 de diciembre de 2011

Por qué lo llaman brunch cuando quieren decir almuerzo



Una pregunta, a ver si me podéis ayudar que ando un poco perdida. ¿Qué diferencia hay entre las magdalenas de la yaya, los cupcakes y los muffins?

 ¿En qué momento han cambiado de nombre las magdalenicas de toda la vida?.

Estás algunas semanas sin ir a la panadería y cuando vuelves te das cuenta de que necesitas un traductor.Algo tan sencillo como ir a comprar el desayuno se convierte en una prueba de léxico del First Certificate. ¿Qué te pongo? ¿unos muffins, unas cookies, a piece of  cake?¿¿Mande??

Pero si comprar el desayuno es complicado, ir de compras ( o de shopping) es imposible si no tienes un diccionario a mano.

Si  pretendes que te asesore la dependienta o dependiente, te aconsejo que le hagas preguntas muy concisas, para evitar situaciones semejantes a ésta. ¿Qué pantalones buscas? ¿Tipo baggy o unos jeggins skinny? ¿Un vestido cómo? ¿ baby doll o más over size? ¿ estampado animal print o prefieres algo más sobrio, como el color nude? Bueno, antes dime qué estilo sueles llevar ¿ preppy, indie, posh o sueles mezclar tendencias  en tus outfits?Lo que necesitas sí o sí es un blazer negro, es un must.

Oh my God!,que diga ¡Oh, Dios mío! ¿cómo llamará esta gente a los pantalones de pana y los jerséis de lana? ¡en qué mal momento cerraron el Sepu.!

Tengo que deciros que me molesta bastante esta costumbre esnob de rebautizar las cosas. Si alguien en su día se tomó la molestia de ponerle a cada cosa un nombre quiénes somos nosotros,simples mortales, para tirar por tierra tantas horas de trabajo. ¿Por qué hemos de quedar en el hall del hotel pudiendo quedar en el vestíbulo? dile a tu abuela de quedar en el hall, a ver dónde acabas encontrando a la pobre mujer. 

Lo que me parece la pijada máxima es lo de ir a hacer el brunch.

A ver, modernitos del mundo, os diré algo que quizás deje el glamour de vuestro cool brunch a la altura del chorizo. Mi padre, de toda la vida, ha quedado los domingos con sus colegotas sobre las 12h para ponerse rebentones de huevos fritos, morcilla, panceta y todo lo que encuentren en la nevera que obstruya sus arterias. Llámalo brunch, llámalo almuerzo, pero es una costumbre de lo más silvestre muy popular en la España rústica y profunda. Vale que las cantidades que se comen  no son equiparables y el contexto varía un poco,unos empinan el codo para beber del porrón y los otros estiran el dedo para sorber de la taza,  pero no dejan de ser diferentes caras de la misma moneda.

Tanto hablar de comida se me ha abierto el apetito. La palabra apetito me parece ridícula,me suena a que te comes una triste patata y te sacias. Desgraciadamente, yo nunca tengo apetito ,directamente tengo un hambre voraz, que me permite comerme la bolsa entera de patatas sin pestañear y aún tener sitio para zamparme un bizcocho y no dejar ni las migas, pero me ha parecido un término mucho más fino y estiloso. ¡Ay, perdón!siempre acabo apartándome del tema que nos concierne, tengo tendencia a la dispersión.

Bueno, como iba diciendo, que voy a comer algo. Podría picar algún snack, unos sticks o un sandwich, pero prefiero saber qué me voy a llevar a la boca. Si no sabes cómo se pronuncia, mejor no te lo comas. Así que voy prepararme un bocata de jamón,que no necesita traducción.Os dejo, es de mala educación escribir con la boca llena. 


domingo, 4 de diciembre de 2011

El gorrito de piscina

Hay cosas que están hechas a mala leche. Como si quien las diseñó, hubiese descargado toda su ira y desidia en ellas. Un claro ejemplo que  materializa lo que digo es El Gorrito de Piscina.

¿Conocéis a alguien que le favorezca? ( ...segundos para la reflexión...) ¿ qué, nada verdad? Lógico, porque no hay nadie sobre la faz de la tierra a quien le quede bien, es  imposible, como chuparse el codo. (Si estás intentando chuparte el codo, para y sigue leyendo por favor, confía en mí, no se puede, a ver si por intentarlo te vas a dislocar el hombro )

Afortunadamente han evolucionado bastante. Recuerdo cuando era pequeña y optaba por
pasar del caballito blanco al amarillo, que sólo existían los de látex, que además de quedar como el culo, hacían un daño de narices. Te estiraban tanto que te iban arrancando los pelillos hasta que se te saltaban las lágrimas.Para paliar el dolor  les ponían polvos de talco pero el alivio era igual de insignificante que si tuviese que sodomizarte un rinoceronte y te pusieras un poco de vaselina en el agujerito del amor.

A pesar de que la versión de ahora es la 2.0 de la de antaño, aún hay mucho que hacer.

Posibles mejoras: 
  • Podrían apretar un poco menos, a veces noto que la sangre no me llega al cerebro . Aunque quizás lo hagan a posta para que la presión ralentice el riego cerebral y nos desinhiba. De esta manera podemos hacer cosas tales como ir a una clase de aqua gym ajen@s al ridículo que  podamos estar haciendo. Hay que reconocer que el aqua gym es un espectáculo bastante dantesco.
Lo que debería ser una clase dirigida en la que los asistentes imitan lo que hace la monitora, acaba siendo una especie de competición free style en la que cada uno hace lo que quiere o buenamente puede .Digamos que es el primo tarugo de la grácil y ordenada natación sincronizada, su antítesis absoluta.

  • Hacerlo visualmente más agradable. Cuando me pongo el gorrito y  me miro al espejo mi autoestima desciende drásticamente, parezco un alien con exceso de botox ¡qué aspecto tan humillante!y lo peor es que tengo que exhibirme públicamente.Tendría que haber una alternativa menos horrenda, quizás un gorrito holgado y ladeado, tipo boina parisina, sería mucho más glamuroso y nos permitiría mantener nuestra dignidad  en la piscina.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La problemática paragüística

Vaya días de lluvia que estamos teniendo.Parece que el sol se ha cogido una excedencia.

Después de tanta precipitación consecutiva me he dado cuenta de algo. Los fabricantes de paraguas plegables los hacen mal a posta, para que tengamos que comprarnos uno cada vez que llueve.

Creo que deberían llamarse "de usar y tirar" porque cuando han de enfrentarse a un buen chaparrón  su esperanza de vida es igual a la de una mosca.

No estoy exagerando, sólo tenéis que mirar las papeleras en días lluviosos, abarrotadas de paraguas. Se rumorea que el Ayuntamiento quiere tomar medidas y añadir contenedores de reciclaje exclusivamente para elllos. 

Quizás os parezca un mal menor pero la cosa es más seria de lo que parece.

Si cuento todo el dinero que llevo gastado en paraguas a lo largo de mi vida, me llegaría para la entrada de una casa de ésas que salen en Quién vive ahí de las que tienen ascensor que conecta la sala de máquinas con el solarium.

Hay que tener en cuenta que a los que se rompen, hay que sumarles los que se pierden. Que en realidad no es que se pierdan, es que los olvidas en casa de alguien y en vez de devolvértelo se hacen los locos y se lo quedan. 

Como soy una mujer que actúa consecuentemente, después de desemascarar la conspiración de la industria paragüera, estoy pensando en comprarme un paraguas de los de verdad , de los que hacen honor a su nombre y realmente paran el agua.

Pero lo veo poco práctico.

No lo puedes guardar y tienes que ir acarreando con él, y eso para mí, que soy como un caracol con mi casa siempre a cuestas, me supone un problema.

Si además del bolso, la bolsa del tupper, la bolsa supletoria donde guardo lo esencial :el libro, un abanico por si hace calor, una pashmina por si hace frío, el cargador del móvil ( hay que ver que poco duran las baterías de los móviles modernos, sospecho que el mío hace cosas cuando no le veo, porque no es normal, el Sr. Noky  podía estar una semana sin comer y seguía vibrando como un toro. Perdón que me disperso... ), agua por si tengo sed, chocolate, barritas energétcias y frutos secos por si me quedo aislada en el trayecto de casa al trabajo o viceversa; si además de todo esto he de llevar un paraguas tamaño sable, tendría que comprarme una maletita con ruedas para usar a diario. Y quizás me la harían facturar para subir al metro. 

Después de sopesar todas los pros y los contras, me encuentro en un brete: utilidad versus comodidad. Aunque así  es la vida, una continua dicotomía : postre o café, Cola cao o Nesquick, braga o tanga, por delante o por detrás... Lo importante es saber escoger  en cada momento (sobre todo para esto último)
.
Por eso, mientras  decido qué llevar entre mis manos los días de lluvia, he encontrado la alternativa perfecta; me he comprado un chubasquero.

Los problemas suelen tener más soluciones de las en principio barajamos, sólo hay que abrir la mente y querer buscarlas.  

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡ Menudo invento !

Si alguien conoce al inventor/a del paraguas infantil con silbato incorporado que me lo presente, por favor. ¡¡Por favor,por favor,por favor!! Tengo un run-rún interior que no va a cesar hasta que no le pegue un par, o tres, de collejas a est@ lumbreras.

¿Qué oscuro y extraño motivo le impulsaría a ejecutar semejante idea? ¿Engrosar la lista de torturas chinas? ¿Quizás fue un encargo desde  Guantánamo? Lo digo en serio. Entregar  a un humano pre alevín, aburrido y desquiciado por la lluvia, un entretenimiento sonoro es un suicidio colectivo. Estamos hablando de personitas que disfrutan pasando la tarde en un chiquiparc con decenas de niños como ellos corriendo despavoridos sin rumbo fijo de un sitio a otro, poseídos por un diablo hiperactivo, gritando, chillando y riendo a la vez sin orden aparente, y todo esto sin inmutarse.  Sopesando semejantes antecedentes, es  fácil deducir que no pararán de dar por saco con el silbatito de marras hasta que haya que lamentar daños mayores. ¿A alguien se le ocurriría entregar a un mono un cuchillo jamonero para que pase el rato? ¿verdad que no? pues esto es igual de peligroso. A los niños les cuesta discernir el bien del mal, no juguemos con el destino. 

Hablando de inventos, hay que reconocer que a veces el ser humano inventa  cosas sin antes calibrar si son realmente útiles o necesarias. Y éste es el principio fundamental que justifica la existencia de cosas tales como el citado paraguas con silbato; el abrefácil ; que en realidad se llama abrefácil-si-tienes-unas-tijeras-a-mano, pero lo acortan porque no cabe en el envase; las botas de agua para perro ; de las que  no voy a hacer comentarios , sólo decir que deberíamos dejar hablar a los pobres animales que las llevan para que puedan insultar libremente a sus dueños; la compresa tanga ; a la que le veo lagunas, sobre todo si no vas bien depilada; o el té verde con soja y mango del Mercadona; ¡¡puuuaajjjj!! ¿qué le pasa a la menta poleo de toda la vida?. 

Estimados lectores, un poquito de cordura.Los perros se olisquean el culo, ¡les da igual mojarse las patas con agua!.  Abrefácil  ¿para quien?¿ para Eduardo Manos tijeras?. Compresa y tanga no pueden ir en la misma palabra, en todo caso tendría más sentido la compresa faja. ¿Té, soja y mango? ¿ alguien da más? ¿ qué tal si le añadimos también  aloe vera y omega 3?, aunque si le ponemos más cosas en vez de beberlo lo tendremos que masticar. Dejemos de inventar a lo loco por favor y tengamos presente esta  máxima:  el cambio sólo es bueno si es para mejor. 

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pasa la vida


El domingo es mi cumpleaños ("¡Felicidades!", "¡Gracias!") . Aunque aún soy una lozana jovenzuela, siento que me hago mayor. Lo venía sospechando de hacía tiempo, pero el otro día lo corroboré. Me sorprendí comiendo un mix de higos secos y orejones. Y reconozco que me gustaron. Mucho.

Hay cosas que sólo haces cuando ya llevas un tiempo considerable en este mundo. Cuando era una ardiente adolescente comía "jumpers" y bebía coca-cola. Ahora como frutos secos y bebo té blanco para combatir los radicales libres. Algo está cambiando y supongo que ése algo soy yo. Sino no me explico cómo fui capaz de bajar la basura el otro día vestida como uno de los que salen en Callejeros. Yo, que antes me alisaba el pelo y me arreglaba para asomarme a la ventana, ahora puedo pasear mis harapos por el barrio sin inmutarme. Si a alguien no le gusta mi andrajosa indumentaria, que no mire.

Si sólo fuesen estos hechos aislados , no me hubiese preocupado, pero hay más indicios.Por ejemplo, mis gustos por el sexo opuesto.Muchos de los famosetes con los que no me importaría amanecer ( sirva de muestra Mario Casas ) son más jóvenes que yo. Hasta hace poco los chicos que eran más jóvenes que yo eran unos pipiolillos imberbes. En mi defensa diré que ahora estos chicos están muy bien criados. De repente han crecido. ¿De dónde sacan esas abdominales? ¿ las regalan con la matrícula de la ESO o qué?. Lo preocupante es que en mi lista de buenorros incluyo también a tíos cuarentones, ¡cuarentones! a los que hace a penas unos días llamaba "señores" y trataba de usted, osea que me gustan todos... ¡madre mía, qué horror! ¿acabaré como Marujita Díaz ? que le da igual uno de 8 que uno de 80, que lo mismo se lía con el Dinio que le enseña el "parrús" al Parada. Quizás en unos años me vea cortejando al hermano pequeño de Justin Bieber.( Nota al margen: que alguien mate a su peluquero por favor.Sigo con el post)

Esto podría generar conflictos porque cuando sales con gente mucho más joven que tú a veces tienes que hacer cosas que no te apetecen, como por ejemplo ir a la feria. A mí antes me encantaba, la consideraba el sumum de la diversión. Ahora la considero un acontecimiento suicida ambulante donde el peligro acecha en cada esquina. Supongo que también son cosas de la edad. He ido cogiendo consciencia y cada vez estoy más cerca de convertirme en un loca paranoica de la prevención. Para subirme en cualquier atracción, antes he de revisar que todos y cada uno de los tornillos estén debidamente enroscados, incluso me da miedo atragantarme con el algodón de azúcar. ¡Ay la feria, cuántos y qué gratos recuerdos! anda que no he pasado yo tardes golfeando con mis amigas en los autos de choque, intentando conquistar alguna de las jóvenes promesas que frecuentaba el lugar, vestida con mi mejores galas, que entonces eran mis pantalones brillantes y la sudadera del Piolín. Un conjunto hortera a más no poder y que además me quedaba como un tiro, pero con el que yo me veía monísima.

Es que la indumentaria es otro de los indicadores que refleja el paso del tiempo. Yo antes compraba en el Bershka y ahora soy más de Zara. Bueno, os seré sincera, esto lo digo por quedar bien porque realmente yo soy cliente VIP del mercadillo. Pero bueno, para el caso es lo mismo, antes compraba en los montones de ropa robada del Bershka y ahora en los de ropa robada del Zara. Con los años he ganado alguna arruguilla pero también un gusto más selecto.

En fin,a pesar de lo que pueda parecer, no me importa ir madurando . Ya nos advertía la canción: Pasa la vida... y eso es lo importante, que pase, que pase y no se estanque. Así que pensando en esto, yo seguiré comiendo felizmente higos y orejones mientras me bebo un té blanco, porque eso querrá decir que sigo estando vivita y coleando.



jueves, 1 de septiembre de 2011

La playa en agosto ¿relajante o desquiciante?

imagen de flick


La semana pasada volví de vacaciones. Estuve unos días en la playa. La playa en Agosto es La Ciudad sin Ley. Absolutamente caótica y agobiante. Y todo parece estar justificado con tal de encontrar un trozo de playa "toallizable".

 Os aclaro el término Toallizable. Dícese del trozo de playa en el que podemos poner la toalla. Obvio. No obstante, el hecho de que quepa no quiere decir que se deba hacer. Es decir, si al estirarte puedes rascarle la coronilla con los dedos del pie a la persona que tienes abajo o has de dejar las chanclas en vertical porque horizontalmente invaden las toallas aledañas, sería recomendable buscar otro sitio. 

Desgraciadamente a estas alturas del año estamos ávidos de sol y playa y el espacio vital del vecino nos importa más bien poco. No os extrañe que en breve inventen la toalla litera para poder aumentar el aforo. 

Cuando al fin consigues un hueco donde acomodar tus posaderas, empieza la aventura. Si tu intención es descansar y relajarte ¡lo llevas claro!

Te tumbas dispuesta a broncear tu cuerpo más por obligación que por ganas (si no tienes algo de color en pleno agosto la gente te mira con cierto desprecio) y con ganas de relajarte; pero en pocos segundos alguien pasa corriendo por tu lado, te saca de tu letargo y te reboza de arena. Fantástico. Intentas sacudirla pero es inútil, se ha hecho una masa intratable al contacto con la crema y el sudor.

Quizás es el momento de darse un baño.Vislumbras el mar en el horizonte, a lo lejos, muy, muy lejos. Es lo que tiene llegar más tarde de las 10h de la mañana, sólo encuentras sitio en 8ª línea de mar. Estaría bien que pusieran una lanzadera que llevara a los bañistas hasta el agua y evitarles así las llagas en las plantas de los pies por quemadura.

Te armas de valor y vas corriendo hasta la orilla para no abrasarte. Te paras en seco. Qué fría que está el agua. Qué fría y qué sucia. Sospecho que en breve categorizarán al pez bolsa como fauna típica mediterránea. Quizás será mejor una ducha; te replanteas lo del baño.

Entonces un simpático querubín te salpica...y te vuelve a salpicar;  ¡la madre que lo parió! La susodicha se da por aludida y advierte a su retoño; "No salpiques a la señora". Te sonríe tímidamente y te mira falsamente compungida, como mendigando tu indulto. Le devuelves cortesmente la sonrisa; "Yo te absuelvo" aunque lo que realmente te gustaría es ahogarles a los dos. -¿Señora?, cómo que señora, imbécil; podría ser tu hermana pequeña, incluso la novia pureta de tu hijo-. Llegados a este punto decides meterte en el agua, ya total...

Antes esquivas a la pareja que juega alegremente a las palas, les devuelves su pelota que acaba de impactar con tu ojo derecho, esquivas también a la señora que está estirada en la orilla exfoliándose las piernas porque es buenísimo para la piel y al nene, especulador urbánistico en potencia, que está construyendo una urbanización de adosados de arena.
 
Una vez dentro decides nadar un poco. Mientras nadas tienes que vigilar de no colisionar contra las colchonetas, patines, tablas de surf y demás objetos flotantes, lo cual no es nada fácil. Al chocar por tercera vez con un cocodrilo hinchable, desistes y regresas a la toalla. 

Intentas escuchar las olas del mar para evadirte de todo y disfrutar de su efecto sedante pero quedan remotamente lejos, son mucho más accesibles los sonidos que emite la familia que tienes a escasos metros.

Es una familia muy típica a la que he bautizado como la familia Gerundio porque el niño está constantemente berreando, la madre siempre chillando y el padre habla gritando. No hay playa que se precie que no cuente con algún ejemplar de esta familia tocapelotas.

Cuando ¡oh milagro! se callan, tu mente detecta una nueva cantinela que se incorpora a la banda sonora: los vendedores ambulantes, que por la naturaleza de su actividad no son gente discreta que digamos.

Hay que ver la de cosas que venden en la playa, eh. Empezaron con las latas y los helados y a este paso montarán un imperio. Riéte tú de Amancio.

La playa es como el nuevo concepto de centro comercial al aire libre. Con un poco de paciencia puedes hacer la compra del mes. Y digo con un poco de paciencia porque no pasan todos a la vez, sino que lo hacen por tandas y vociferando por tiempos, no sea que se cree un silencio incómodo. 

 Por si todo esto no fuera suficiente, de repente ves cómo se acerca hacia ti una amenazante sombrilla voladora, la esquivas para no morir  y te dan ganas de llorar. ¿Qué te hizo pensar que aquí estarías mejor que en casa?

Miras el reloj y sólo ha pasado una hora. ¿Hasta cuándo durará este suplicio? Vas para relajarte y te acabas desquiciando.

Os digo una cosa, el año que viene paso de playa, es demasiado mainstream; me iré a la montaña que allí las vacas no usan toalla, ni llevan sombrilla, ni juegan a palas en la orilla.

domingo, 13 de marzo de 2011

Requiem al Sr.Noky

Como muchos de vosotros ya sabéis, el Sr. Noky ( o Sr. Ñoqui porque era una patata de móvil) ha pasado a mejor vida. Después de innumerables años de servicio, ha llegado la hora de su merecido descanso.

Aunque su sacrificio ha sido por una buena causa (he cambiado una patata de móvil por un móvil pepino, ¡viva la dieta mediterránea!) reconozco que lo añoro. Han sido muchos mensajes leídos en su pantalla, muchas conversaciones mantenidas y llamadas perdidas. Se ha llevado con él un pedacito de mi historia.Y es que era algo más que un teléfono, se convirtió en una especie de mascota.No dejaba indiferente a nadie y siempre propiciaba simpáticos comentarios "Halaaa, ¡¡vaya mierda de móvil!! a ver si te lo cambias , tía" o "Joer´vaya truño de móvil, ¿pero esto aún funciona?" comentarios aparentemente dañinos pero en el fondo cargados de afecto, porque se ganó el cariño de todos.

Estoy pensando qué hacer con sus restos mortales, me niego a llevarlo a la fosa común del The Phone House o a dejarlo olvidado en el cajón de las cosas repudiadas. He pensado que como el reciclaje está en auge, podría reconvertirlo en un colgante, pero teniendo en cuenta que su grosor es equiparable al de un ladrillo, lo he descartado por miedo a una posible lesión cervical. Mientras me decido, yace apacible sobre mi mesilla.

No puedo seguir escribiendo, mientras lo hago se me nublan los ojos. Sólo quiero añadir unas palabras como guinda a este sencillo homenaje: Recuerda que aunque estés sin batería seguirás vibrando en mi corazón.

sábado, 29 de enero de 2011

Cosas que hacen y dicen nuestros mayores

Me he dado cuenta de que las situaciones cotidianas están llenas de "Cosas que..." , cosas que hacen gracia, cosas que dan rabia, cosas (raras) que hacen los tío con sus colegas ... y he pensado en ir recogiéndolas en una serie de posts que llevarán todos la misma etiqueta "Cosas que...".

Si se os ocurren más ejemplos de los posts que vaya publicando, me encantaría que los dejarais como comentarios, para que nos riamos todos.


Y sin más dilaciones os dejo con la inauguración de esta saga con "Cosas que hacen y dicen nuestros mayores":

- Inventarse palabras, nombres y marcas. No entiendo por qué lo hacen porque a veces las palabras resultantes son igual o más complicadas que la original. Quizás lo hacen a posta. Sirva de ejemplo decir "anginias" en vez de "anginas", "Bras Pi", en lugar de "Brad Pitt", "Pans y compans" cuando quieren decir "Pans and company" o " Pul Ber" lo que tendría que ser "Pull and bear"

- Independientemente de la cantidad de comida que hayas ingerido, siempre te dicen que "No has comido nada". Además les sale la vena mártir/víctima "¿Qué pasa, que no estaba buena la comida?" y a la vez aflora su lado servicial porque se sienten culpables "¿Quieres que te prepare otra cosa?."

- Siguiendo con temas culinarios... como dice mi compi Eva ( ¡gracias por la aportación!) es muy gracioso cuando les dices de imprevisto que vas a ir a comer y te contestan "Axxx, pues a ver que hago porque casi no tengo nada en la nevera". Cuando llegas hay en la mesa un festín gastronómico digno de banquete real, con entrantes, varios primeros, segundo a escoger entre carne y/o pescado ambos con guarnición, postres variados, café y pastas. Para mí, no tener en la nevera es abrirla y que haya eco o como mucho que sea amortiguado por un yogur desnatado y medio limón.

- Pensar que es su móvil cada vez que suena uno, incluso si el sonido viene de la tele. Creía que sólo lo hacía mi madre pero el otro día compartí viaje en el bus con dos hombres, de repente empezó a sonar un móvil e hicieron, de forma sincronizada, amago de coger sendos aparatos. Verlo in situ es realmente gracioso.

- Relacionar cosas aparentemente independientes. " Si haces mayonesa cuando tienes la regla, se corta" ," Si te arrancas una cana te salen siete", "No dejes el bolso en el suelo que trae miseria". Si les preguntas el motivo, te lo argumentan diciendo que en el pueblo siempre se ha dicho. Claro, y el pueblo es mundialmente conocido por la investigación científica que hacen sobre estos estudios causa-efecto. A pesar de todo, aunque suene viejuno, reconozco que evito hacer muchas de estas cosas, por si las moscas.

- Saben tantos remedios caseros que podrían aportar contenido a "La Botica de la abuela" durante varias temporadas. Si te duele la cabeza, ponte una patata en la sien y se te va al instante; si el problema es que sudas mucho, restrégate una cebolla por la axila, ¡mano de santo!; para el dolor de muelas mastica perejil, es infalible, si no se te pasa habrá que operar.

- Decir aquello de " Cámbiate la ropa interior y ve limpia y aseada por si te pasa algo" bueno ¿ y por higiene, no? vaya no sé. Imaginaos la situación "Mujer, 27 años, contusiones leves en extremidades superiores, rotura parcial interna de menisco cruzado,lleva unas bragas muy monas de encaje tipo culotte, pero hace aproximadamente dos semanas que no se corta los mejillones y le huele ligeramente el sobaquillo".

- Aguar la fiesta diciendo lo de "Hasta mañana si Dios quiere" eso es muy de abuela y da muy rollo. ¿ Y si no quiere qué?¿insinúan que si se le cruzan los cables me deja tiesa en la cama.?¡lagarto, lagarto!

- Preocuparse eternamente por todo. Las madres son expertas en esto. Cada vez que te despides te replican diciendo "Ten cuidado"... ¿con qué exactamente? ¿qué peligros presumen en ir a comprar el pan?.

- Siempre encuentran un refrán para cada situación y es que Sabe más el demonio por viejo que por demonio. ¡Cuán sabio es nuestro refranero!

- Cuando les pides su opinión sobre cómo te queda algún modelito contestan diciendo " Te queda estupendo, pero claro, con ese cuerpo" A ver... no es por fastidiaros pero cuando una señora entradita en años te dice " con ese cuerpo" hay que leer entre líneas, porque ella entiende como " buen cuerpo" todo aquél que tenga más tersura que la de un Shar pei y cuyas tetas no rebasen el ombligo... así pues, el piropo ya no lo es tanto.

Todo esto hace que se genere un vínculo invisible entre ellos que les une, aunque lo ignoren, como si estas absurdas cosas fueran una especie de pegamento. ¿Se te ocurre alguna más? .

martes, 18 de enero de 2011

Chicho y San Antón


El lunes fue el día de San Antón, protector de los animales .Es tradición que los humanos lleven a sus mascotas a que las bendigan. La verdad es que yo paso bastante de estas cosas, pero como sé que a Chicho le gustan estas frikadas y le encanta exhibirse, pensé que querría ir, así que le puse de tiros largos y nos fuimos al evento.

Estuve esperando en la cola pacientemente. No os imagináis la de gente que va a este tipo de acontecimientos, muchos de ellos con la quijotera por revisar. Aunque teniendo en cuenta las particularidades de Chicho, quizás no sea la más indicada para hacer una afirmación semejante, pero ya se sabe, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno. Cuando llegó mi turno el cura me preguntó dónde estaba el interesado, así que cogí a Chicho en brazos y se lo enseñé. Volvió a preguntarme y le dije con tono cansino que lo tenía delante. Dadas las circunstancias, le expliqué que era un perro, que se llamaba Chicho y que se ahorrara las preguntas. Me miró cariacontecido, me acarició con compasión la cabeza y accedió a tirarle el agua por encima. Mientras me iba, escuché como hacía un comentario en el que ponía en entredicho mi cordura. Tiene guasa la cosa, es capaz de creer en un Dios omnipresente, que tiene triple personalidad y que fue capaz de crear la humanidad en 6 días ( y le sobró uno para descansar, ¡toma ya!) y le digo que tengo un perro y no se lo cree, sólo porque no lo ve. Yo no quiero decir nada, pero si sus fieles pensasen como él, tendrían que haber cerrado el chiringuito hace mucho tiempo.


Dejando los prejucios a un lado, aprovecho la coyuntura para animaros a todos a que adoptéis un perro imaginario. Este tipo de perro es lo más, ni caga, ni mea, ni necesita correa, tampoco come, ni ladra y te lo puedes llevar de vacaciones. Son todo ventajas, sólo tiene un pequeño inconveniente, es un perro intangible. Al principio la gente te mira raro, pero luego hasta te siguen el rollo, te preguntan por él, se interesan por su salud, ponen su foto en el salvapantallas del portátil y disparates por el estilo. A veces me sabe hasta mal recordarles que no existe,¡los veo tan emocionados!

De toda esta experiencia he sacado en claro al menos una cosa: La locura se contagia. Cuidado con quién te codeas porque puedes acabar yendo a misa los domingos.




domingo, 9 de enero de 2011

Lascivia improvisada

Notaba su aliento cerca, tan cerca que parecía acariciarme el pelo. 

Lo intuía con la mirada fija en mi cuello, como si estuviese pensando en besarlo. Lo sentía próximo, a penas distanciados su cuerpo y el mío, casi mimetizados. Nos movíamos acoplados al compás de un ritmo impuesto; a veces movimientos suaves y lentos, otras veces rápidos y bruscos. En uno de ellos él buscó la barra y me cogió la mano, se me erizó la piel. 
Mi pecho rozó su brazo y me miró ruborizado.

Le gustó, lo noté... la noté presionando donde la espalda pierde su nombre. No pareció importarle que el resto nos mirara.

Empecé a agobiarme por el ambiente, el calor, aquel murmullo constante. 

Busqué el botón que sabía que me llevaría a la gloria en escasos segundos y lo presioné. Le guiñé un ojo a mi compañero de viaje y me abrí paso entre la gente. Al abrirse la puerta me bajé del autobús.

Por fin un poco de aire fresco y espacio para moverme. Como no pongan autobuses dobles en hora punta, me temo que no podré llegar virgen al matrimonio.