viernes, 9 de diciembre de 2011

Por qué lo llaman brunch cuando quieren decir almuerzo



Una pregunta, a ver si me podéis ayudar que ando un poco perdida. ¿Qué diferencia hay entre las magdalenas de la yaya, los cupcakes y los muffins?

 ¿En qué momento han cambiado de nombre las magdalenicas de toda la vida?.

Estás algunas semanas sin ir a la panadería y cuando vuelves te das cuenta de que necesitas un traductor.Algo tan sencillo como ir a comprar el desayuno se convierte en una prueba de léxico del First Certificate. ¿Qué te pongo? ¿unos muffins, unas cookies, a piece of  cake?¿¿Mande??

Pero si comprar el desayuno es complicado, ir de compras ( o de shopping) es imposible si no tienes un diccionario a mano.

Si  pretendes que te asesore la dependienta o dependiente, te aconsejo que le hagas preguntas muy concisas, para evitar situaciones semejantes a ésta. ¿Qué pantalones buscas? ¿Tipo baggy o unos jeggins skinny? ¿Un vestido cómo? ¿ baby doll o más over size? ¿ estampado animal print o prefieres algo más sobrio, como el color nude? Bueno, antes dime qué estilo sueles llevar ¿ preppy, indie, posh o sueles mezclar tendencias  en tus outfits?Lo que necesitas sí o sí es un blazer negro, es un must.

Oh my God!,que diga ¡Oh, Dios mío! ¿cómo llamará esta gente a los pantalones de pana y los jerséis de lana? ¡en qué mal momento cerraron el Sepu.!

Tengo que deciros que me molesta bastante esta costumbre esnob de rebautizar las cosas. Si alguien en su día se tomó la molestia de ponerle a cada cosa un nombre quiénes somos nosotros,simples mortales, para tirar por tierra tantas horas de trabajo. ¿Por qué hemos de quedar en el hall del hotel pudiendo quedar en el vestíbulo? dile a tu abuela de quedar en el hall, a ver dónde acabas encontrando a la pobre mujer. 

Lo que me parece la pijada máxima es lo de ir a hacer el brunch.

A ver, modernitos del mundo, os diré algo que quizás deje el glamour de vuestro cool brunch a la altura del chorizo. Mi padre, de toda la vida, ha quedado los domingos con sus colegotas sobre las 12h para ponerse rebentones de huevos fritos, morcilla, panceta y todo lo que encuentren en la nevera que obstruya sus arterias. Llámalo brunch, llámalo almuerzo, pero es una costumbre de lo más silvestre muy popular en la España rústica y profunda. Vale que las cantidades que se comen  no son equiparables y el contexto varía un poco,unos empinan el codo para beber del porrón y los otros estiran el dedo para sorber de la taza,  pero no dejan de ser diferentes caras de la misma moneda.

Tanto hablar de comida se me ha abierto el apetito. La palabra apetito me parece ridícula,me suena a que te comes una triste patata y te sacias. Desgraciadamente, yo nunca tengo apetito ,directamente tengo un hambre voraz, que me permite comerme la bolsa entera de patatas sin pestañear y aún tener sitio para zamparme un bizcocho y no dejar ni las migas, pero me ha parecido un término mucho más fino y estiloso. ¡Ay, perdón!siempre acabo apartándome del tema que nos concierne, tengo tendencia a la dispersión.

Bueno, como iba diciendo, que voy a comer algo. Podría picar algún snack, unos sticks o un sandwich, pero prefiero saber qué me voy a llevar a la boca. Si no sabes cómo se pronuncia, mejor no te lo comas. Así que voy prepararme un bocata de jamón,que no necesita traducción.Os dejo, es de mala educación escribir con la boca llena. 


domingo, 4 de diciembre de 2011

El gorrito de piscina

Hay cosas que están hechas a mala leche. Como si quien las diseñó, hubiese descargado toda su ira y desidia en ellas. Un claro ejemplo que  materializa lo que digo es El Gorrito de Piscina.

¿Conocéis a alguien que le favorezca? ( ...segundos para la reflexión...) ¿ qué, nada verdad? Lógico, porque no hay nadie sobre la faz de la tierra a quien le quede bien, es  imposible, como chuparse el codo. (Si estás intentando chuparte el codo, para y sigue leyendo por favor, confía en mí, no se puede, a ver si por intentarlo te vas a dislocar el hombro )

Afortunadamente han evolucionado bastante. Recuerdo cuando era pequeña y optaba por
pasar del caballito blanco al amarillo, que sólo existían los de látex, que además de quedar como el culo, hacían un daño de narices. Te estiraban tanto que te iban arrancando los pelillos hasta que se te saltaban las lágrimas.Para paliar el dolor  les ponían polvos de talco pero el alivio era igual de insignificante que si tuviese que sodomizarte un rinoceronte y te pusieras un poco de vaselina en el agujerito del amor.

A pesar de que la versión de ahora es la 2.0 de la de antaño, aún hay mucho que hacer.

Posibles mejoras: 
  • Podrían apretar un poco menos, a veces noto que la sangre no me llega al cerebro . Aunque quizás lo hagan a posta para que la presión ralentice el riego cerebral y nos desinhiba. De esta manera podemos hacer cosas tales como ir a una clase de aqua gym ajen@s al ridículo que  podamos estar haciendo. Hay que reconocer que el aqua gym es un espectáculo bastante dantesco.
Lo que debería ser una clase dirigida en la que los asistentes imitan lo que hace la monitora, acaba siendo una especie de competición free style en la que cada uno hace lo que quiere o buenamente puede .Digamos que es el primo tarugo de la grácil y ordenada natación sincronizada, su antítesis absoluta.

  • Hacerlo visualmente más agradable. Cuando me pongo el gorrito y  me miro al espejo mi autoestima desciende drásticamente, parezco un alien con exceso de botox ¡qué aspecto tan humillante!y lo peor es que tengo que exhibirme públicamente.Tendría que haber una alternativa menos horrenda, quizás un gorrito holgado y ladeado, tipo boina parisina, sería mucho más glamuroso y nos permitiría mantener nuestra dignidad  en la piscina.