jueves, 14 de marzo de 2013

Señoras adolescentes

No es por criticar, que no es mi estilo. Pero ¿qué me decís de Las Señoras Adolescentes?

¿Sabéis de quiénes hablo? son fáciles de identificar.

Son señoras que por edad podrían comprarse la ropa en La Tienda de Lolín pero prefieren ir a la Pimkie y claro, el resultado estético es poco o nada favorecedor. 

No están hechas las licras, los brilli-brilli, las transparencias y las camisetas ombligueras para las carnes colganderas. Pero a ellas les da igual. Se sienten aún lozanas y les gusta ir apretás sin reparar en el impacto visual que provocan.

El maquillaje suele seguir la misma línea desmesurada que el atuendo. Les encantan los excesos: colorete tirolés  a cascoporro, superávit de pintalabios (que les da para pintarse los labios y mancharse los dientes), maquillaje a tuti pleni y vistosas sombras  a mansalva.  

Son como un árbol de Navidad con las luces encendidas. Como si quisieran disimular los años detrás de tanta guirnalda.

Me pregunto si los  maridos serán igual que ellas (¡vaya cuadro!) o si le dan el toque de cordura que la relación requiere.

Normalmente suele ser sólo una manía tonta y pasajera. Estados carenciales fruto de una crisis de personalidad. Los años pasan, un día toman conciencia de ello y se rebelan. Nada que no se cure con el paso de los días. Lo que tarden en cruzarse con un buen espejo que les devuelva despiadadamente su reflejo. 

Pero hay veces que se prolonga en el tiempo y el cuadro se complica. En estos casos hay que vigilarlas muy de cerca porque pueden  envalentonarse y hacer locuras como tatuarse los pliegues o perforarse las carnes. 
 
No quiero que tergiverséis mis palabras. No digo que tengan que ir como marujas de refajo ¡para nada! pero se puede ir moderna y jovial sin parecer una gogó pre jubilada.

Pero vaya, que no es por criticar, que no es mi estilo...