martes, 28 de abril de 2015

La Alopedia: el diccionario de calvos que estabas esperando




Hablemos de calvos, que el tema da, y para mucho.

Para empezar, hay que aclarar de qué estamos hablando. ¿Cuándo podemos decir que alguien es calvo? 

Según la wikipedia "calvo es alguien con ausencia de pelo en varias o todas las partes del cuerpo". Correcto, pero debería ahondar más en la materia. Hay tanto de qué hablar, que sería bueno que alguien creara un diccionario de  Calvos o lo que yo he denominado una Alopedia.

Como tengo algo de tiempo libre hasta que estire la pata, he hecho una primera aproximación, por si algún motivado/a quiere profundizar en el tema. Bien, a modo de fase beta, ésta sería mi clasificación. El orden de aparición es descendente según la gravedad del estadio, es decir de alopecia galopante a incipiente:

1) El Calvo- calvo: sobran las palabras... y los peines, porque el pelo brilla por su ausencia ( como su calva ) y en caso de haberlo, recurre a la cuchilla. Su lampiña cabeza tiene una textura especial, por la erosión del viento y la lluvia que le han dado la apariencia del final de un chope: suavito, liso y lustroso.

Los miembros de este primer grupo están orgullosos de ser calvos. Lucen seguros su cabeza, con actitud y determinación, son como embajadores de la tendencia. Estoy segura de que si tuvieran pelo se lo raparían. Son calvos y les mola... o no pero no ven alternativa digna.

2) El calvo con guirnalda: es aquél con ausencia de pelo en la mayoría de la superficie craneal exceptuando una franja de grosor varibale que va de oreja a oreja adornando la calva con una especie de guirnalda cabelluda o rodapiés, reminisciencia de lo que un día fue. Es un look bastante viejuno. Poco aconsejable.

4) El caleta: no es más que una variación del "calvo con guirnalda" pero que opta por dejar crecer la zona poblada y se hace una coleta, de ahí el nombre "caleta" fusión de "calvo con coleta". Compensa por abajo lo que falta por arriba.

Anhela sus greñas y se aferra al mechón que le queda como a un clavo ardiendo. Le gusta hacer cosas con él y lo aprovecha al máximo a sabiendas que el tiempo que les queda juntos es escaso.

3) El calvo terminal o con calva spoiler: tiene muy poco pelo, y más que pelo es pelusilla, repartida de forma caprichosa por la cabeza, que se alterna con zonas áridas creando simpáticas islas de pelo sin sentido.

Su cabeza es un spoiler de lo que le depara el futuro; no se sabe exactamente cuándo, pero acabará calvo-calvo, no cabe duda.

Aunque normalmente el afectado se niega a aceptar lo evidente."Eh, que yo no estoy calvo, aún tengo pelo". Dice  ofendido mientras se señala los 4 pelos mal puestos que le quedan. Asúmelo, no eres calvo pero estás en ello, tiempo al tiempo. 
 
5) El calvo ingeniero: no acepta su condición de calvo, se niega en rotundo a renunciar al peine y se deja crecer los pelos insurgentes que le quedan para taparse la calva haciendo verdaderas obras de ingeniería.

Un mechón para la derecha, otro para la izquierda, lo de atrás para adelante, este pelo por la oreja, un poco de laca por aquí  y... voilà habemus algo indescriptible parecido a una ensaimada que se supone que es su peinado. 

No puedes dejar de mirarlo. Podría ser objeto de estudio ¿cómo puede algo burlar así el orden lógico de las cosas?

(¡Cuidado! por motivos obvios es completamente incompatible llevar este peinado en zonas ventosas.)

6) Chicos con entradas: no son calvos al uso pero dependiendo de la profundidad de las entradas sólo es necesaria un poco de paciencia.

En el momento que una entrada se junta con la otra o la frente se extiende hasta más allá de la mitad de la cabeza hay que empezar a preocuparse. Jovencito, se está usted quedando calvo. 

7) El pelofino: tiene pelo, sí, pero fino, muy fino, tan fino que ni cuenta. Es como ponerse una camiseta transparente. Vale, llevas ropa pero se te ven las tetas, no sirve.

Pues esto es lo mismo, tienes pelo pero se te clarea el cartón, así que no computa. Cuando se moja o humedece, el efecto empeora.  Un consejo, si sospechas que puedes formar parte de este grupo , evita la gomina a toda costa.

Y hasta aquí mi particular disertación sobre los calvos. Sólo aclarar que las tipologías no son excluyentes, sino que se pueden complementar entre ellas, formando infinidad de posibilidades.Sirva como ejemplo el pelo-fino con entradas.

Una mención especial merecen los Calvos-con-peluquín. Pero no he querido mezclarlos en este ranking porque son inclasificables, harina de otro costal. 

¿Qué extraño motivo les lleva a salir de casa con un gato acostado en la cabeza?. ¿Realmente creen que es preferible llevar un bisoñé que lucir calva?. 

Deberían asistir a una sesión de Calvos Anónimos y asumir cuanto antes su alopecia con dignidiad. 

Se harían un favor a ellos y al prójimo porque, pregunto, ¿cómo debemos comportarnos el resto de mortales cuando interactuamos con alguien que lleva peluquín?

A mí personalmente me dan ganas de pedir permiso y tocarlo para ver si ronronea. Pero no puede ser.

Lo aconsejable es normalizar la situación. Reprimir tu curiosidad aunque su existencia te fascine. No pierdas el contacto visual con el portador, porque si te relajas tu mirada se desviará inevitablemente hacia el "minino" y sabrá que has descubierto su pequeño y peludo secreto y entonces será  imposible continuar con la farsa.

Se me ocurre que quizás no reniegan de su calva sino que la adoran y usan el peluquín como una funda protectora  para preservarla de las adversidades externas. 

Sea como fuere, cada vez se ven menos. Afortunadamente.
    
Para acabar con este pseudo ensayo y respondiendo la pregunta que he planteado al principo, podríamos decir que alguien es calvo cuando deja de necesitar champú y usa el gel para todo porque, siendo prácticos, tiene más sentido preocuparse por la piel de su mollera que por la puntas abiertas de una melena que ya no existe. 

Es algo simplista pero puede ser útil para hacer una división rápida y ( advertencia: chiste fácil imminente ) no enredarnos más con  el tema que, por respeto a los aludidos, hoy no procede.

Agradecimientos: muy agradecida a mi querido novio que con su dominio en la materia ha contribuído a escribir este post. Dicho queda. 

miércoles, 8 de abril de 2015

Mamá, ya no quiero ser artista; ahora quiero ser CEO de una Startup.



El otro día actualicé mi Curriculum. Quería darle un aire más profesional e interesante. Será rápido,pensé.¡Ja! Bendita inocencia. Pobre de mí, aún tengo agujetas en el cerebro y el curriculum a medias,además de una crisis de identidad profesional.

Te cuento cómo transcurrieron los hechos.

No quería ponerme a reescribir a lo loco y  pensé en documentarme primero. Así que visité Linkedin y otras webs de empleo para ver qué se cuece. Me liaron más que orientaron, pero confirmé lo que venía sospechando desde hacía tiempo: Señores, señoras; esto de aparentar se nos ha ido de las manos.

No puede ser que el 70% de los puestos no sea identificable en una primer lectura. El porcentaje aumenta si quien lo lee tiene más de 50 años o una formación nivel "Haber si nos vemos". Creo que la gente no encuentra trabajo porque no entienden las  vacantes. ¿Se puede saber qué ha de hacer un Scrum Master?. A mí eso me suena a Súper Héroe, oiga.

Ya no se buscan Comerciales ( o Representantes, según mi padre), ahora se necesitan Account Managers; las empresas ya no tienen Propietarios o Fundadores , sino  Owners y Founders . Tendremos que cambiar la mítica canción, la muchachada ya no quiere "ser artista", sino CEO de una Startup, que es lo que se lleva ( o lo que viene siendo el jefazo-emprendedor de  una empresa nueva y molona, vaya. )

Pero bueno, tendremos que adaptarnos; renovarse o morir. Así que, después de mi pequeño sondeo, saqué algunas conclusiones a tener en cuenta  para redifinir  mi puesto y estar a la altura. Toma nota:

1) El cargo ha de estar en inglés. Si tu dominio de la lengua se limita a " Hello, what time is it?", no importa, el que lo lee no lo sabe y así conseguirás darle , al menos en apariencia, cierta relevancia al puesto.

2) Intenta que el cargo contenga , al menos, una de estas palabras: manager, specialist, consultant o executive. Si puedes añadirles delante un Global y/o Head, mucho mejor. Es más, si se te ocurre algo con todas ellas, serías la releche. Pero ¡cuidado!, no todo vale, comprueba que lo que dices tienes sentido. 
Con este par de consejos, aunque seas un zopenco parecerá que eres muy listo y lo que haces súper importante.

 De todas formas, mi amiga Eva tiene una teoría que dice que en un corto-medio plazo, lo transgresor y demandado será explicar en cristiano qué haces exactamente  en el curro, sin tanta mandanga, de manera que tu madre entienda a qué te dedicas y los de Recursos Humanos no se pasen horas descifrando tu C.V.

Afortunadamente, esta fiebre de renombrarlo todo sólo ha pervertido a algunos sectores.

¿Te imaginas que a los oficios de toda la vida también les diera por ahí?. Al entrar en un edificio no te saludaría el conserje, sino el Comunity Manger, el mueble a medida te lo haría el Wood Designer, en vez del carpintero de turno y los containers los vaciarían los Garbage Managment, en vez de los basureros de toda la vida.  

Cruzaremos los dedos para que al menos ellos conserven la cordura, no sea que tengamos un escape de agua y no sepamos a quién llamar.