viernes, 5 de marzo de 2010

Un mundo de locos


El otro día tuvimos bronca, y de las gordas. Íbamos a casa de unos amigos y en el último momento Chicho se puso malo. Sabía que si iba a la cena estaría ausente preguntándome cómo se encontraría. Pensé que lo mejor sería quedarme en casa para que no estuviera solo. Le transmití a mi novio mi preocupación y le comuniqué mis nuevos planes. Entonces me dedicó una mirada de esas que te fulminan con sólo rozarte. Él no podía entenderlo, nunca le han gustado los animales por eso no quería perro. Me propuso que nos lo lleváramos porque con toda seguridad nuestros amigos no se darían ni cuenta de que estaba. Por supuesto me negué en rotundo, Chicho no estaba para fiestas y se quedaría en casa y yo con él. Empezó entonces un chorreo de improperios, gritos y reproches. Que si estás loca, que si esto pasa de castaño oscuro, que si tú no me quieres, que no me entiendes y un largo etcétera.


Para que entiendas esta historia es importante que conozcas a Chicho. Chicho es mi perro, el de la foto. Va de princesa porque era Carnaval. Le encanta disfrazarse, como a mí. De hecho escogió personalmente el traje, creo que no tiene muy definida su orientación sexual. ¿No es adorable?. Pues bien, él es Chicho mi perro adoptado que además es imaginario.


Quizás creas que esto es propio de una demente porque es absurdo discutir por un perro que ni siquiera exsite. Pemíteme que lo cuestione y comprobarás que esta loca está más cuerda de lo que imaginas. Yo creo que todos tenemos nuestro Chicho particular: problemas innexistentes, preocupaciones absurdas que a menudo derivan en disputas sinsentido. ¿Y bien? ¿ no será que vivimos en un mundo de locos?. Por cierto, acabé quedándome en casa cuidando de Chicho...al final mi novio entró en razón.

3 comentarios:

  1. Hermana, ¿te he dicho que eres mi Marian Keyes particular? Me encantan tus historias.
    Yo te entiendo con lo de Chicho. Obviamente hay cosas que "ellos" (los que nunca han tenido perro)nunca entenderán. Pero no pasa nada. No siempre nos tiene que entender todo el mundo. De hecho, a veces no me entiendo ni yo a mi misma.
    Un beso her.

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  2. Hola Mireia, Soy Patri una vieja amiga ( por que ya hace unos añitos ...) de tu Her, supongo que me podras ubicar.

    Queria decirte que me he colado en tu blog por casualidad pero que desde hoy me convierto en fiel seguidora de tus historias.

    Me he reido muchisimo con la Berenjena y el Calabacín, me he emocionado con las palabras que dedicas a tu madre y bueno ... la de tu perro Chicho es simplemente genial.

    Por cierto , estoy con la Yoli solo las personas que adoptamos este tipo de animales podemos comprender la gran complejidad que encierran tan simples palabras. Creo que es hora de que yo tambien bautice a mi gato.

    Enhorabuena guapa y un beso grande
    Patri

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  3. Yo no creo en los perros imaginarios, aunque seguramente Chicho será una excepción. Prefiero a los alienígenas invisibles. Tengo tres en casa.

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