sábado, 26 de enero de 2013

Ciclogénesis explosiva

Tengo la impresión de que últimamente oigo muchas palabras nuevas. Para muestra la ciclogénesis explosiva.

Imagen del Banco de imágenes geológicas en Flickr


Hasta hace poco  no lo había escuchado en mi vida. Antes sencillamente había "abundantes lluvias con fuertes rachas de viento". Y ya está, sin adornos, ni florituras.

¿Qué ha pasado? ¿Dónde ha estado la ciclogénesis todo este tiempo? Yo tengo una teoría.

No estaba porque no existía, se la han inventado los de marketing

Un día, el Gremio de Meteorólogos,creyó que era necesario incorporar conceptos molones a sus monótonos discursos, para hacer de la profesión algo divertido y trendy. Fueron a una consultaría para que les asesoraran y desde entonces habemus ciclogénesis explosiva ( Ciclo para los amigos).

Pero ¿consiguieron su objetivo?. Analicemos el concepto detenidamente.

Ciclogénesis: aislado del adjetivo es un  tecnicismo más. Pierde la gracia. Ahora bien, hay que reconocer que suena chungo. Aunque no sepas qué significa, impone.

Explosiva: fuera de contexto trae a la mente la imagen de una rubia despampanante con enormes pechotes. Quizás con reputación borrascosa, pero más allá de eso,con poca relación meteorológica.

Bien, por separado suenan así y juntas, más que divertido y trendy, suenan... raro, muy raro y sobre todo y más importante, no dejan claro el tiempo que va hacer. No sabes si va a llover, si va a hacer sol o si directamente se va a acabar el mundo.

Le veo lagunas, le faltan matices.

Llamadme antigua pero yo pasaría de innovar, prefiero que queden las cosas claras. Apostaría por algo tipo : "Va a caer la del pulpo y hará un viento que volarán pelucas . ¡Ah! y no hace falta que cojáis el paraguas, porque con la que se va a liar fijo que acabará rompiéndose".

Es una buena  alternativa ;un discurso renovado  y además comprensible. Si aún así siguen queriendo algo más excitante e innovador que presenten el tiempo en bolas y montandos en un triciclo, ¡ya verás qué risas! pero por favor, ¡que no inventen! que me lían tontamente y no sé  si coger las botas de agua o el bañador.
   

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