jueves, 29 de abril de 2010

Soy moderna

El otro día fui de compras y vi algo para lo que no estaba preparada. Entre los tejanos y las camisetas básicas, colgaba una prenda... La miré y la remiré varias veces, tenía que comprobar que fuera cierto. Y sí, te lo confirmo, el body ha vuelto. Esa pieza tan incómoda como antiestética que marca hasta la más ínfima de las lorzas, vuelve a estar de moda.

No sé de quién habrá sido la genial idea pero me gustaría que me lo presentaran para intercambiar unas palabras. Me lo imagino en su casa con los colegas, entre risas de esas que rulan " ¿Sabes qué sería gracioso? que pusieras de moda el body" jajajjajajaja " No hay huevos" "¡¿Qué no?!". Y ahí lo tienes, expuesto en las tiendas de ropa como uno más, fruto de una broma pesada.

¿Qué será lo próximo? ¿las hombreras? ¿quizás esos tejanos sobaqueros desteñidos que hacían culo de pera? Todo esto me preocupa. Impresionada aún por esa hipotética visión, hablé con mi amiga Lorena sobre el tema y me dijo " No te preocupes, si hemos vuelto a ponernos mallas ( porque no nos engañemos, lo que ahora llamamos leggins son las mallas-láster de toda la vida) acabaremos aceptando el body". Sus palabras me hicieron reflexionar. Tenía razón. En este sentido somos parte de una masa amorfa que nos deja sin criterio. La moda se impone hasta el punto de no saber diferenciar entre lo que nos gusta per se y lo que simplemente nos acaba gustando porque es lo que se lleva. De hecho, ésta es la única explicación que encuentro para algunos estilismos.

De todas formas no hablaré muy alto, no sea que donde dige digo diga Diego y me tenga que tragar mis palabras. Y es que intuyo que cualquier día de estos me presentaré en la oficina en mallas y body morcillero con hombreras, que aunque es poco favorecedor está de moda, que es lo importante porque yo ante todo, soy moderna.

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